Isemay- Parte 33.4 MUERTO
No es que él no quisiera enfrentarse a ese fuego, todo guerrero era presto a marchar contra las adversidades y él no era uno de los que omitían sus responsabilidades, pero su esposa estaba junto a él, apretando a su pequeño desesperadamente y la seguridad de ellos, era más importante para él que todo el fuego del mundo. Aunque nervioso, se apartó de la ventana y la observó dejar al niño sobre la cama, para terminar de vestirse rápidamente, se tumbo a su lado, para hacerla entender que nada pasaba. La miró mientras dejaba la espada a su lado, cerca de la cama, y cogía a su hijo. - ¿Qué haces?- La preguntó. - Vístete- le apremió. - No vamos a salir fuera, aquí estamos a salvo, los hombres lo apagarán. - Pero… La oyó mascullar algo y se volvió hacia él airada. Sin pensárselo, se levantó de la cama, la tendió a su hijo, y fue a vestirse mientras ella le apremi